viernes, 30 de noviembre de 2012

De la Imposibilidad de Dios

Cuando con 17 años decidí dejar de ir a misa a no pocos miembros de mi numerosa familia casi les da un paparajote. Tomar la decisión fue dura. He sido criado en una familia practicante, con varios tíos dentro del Opus. Pero había crecido poco a poco un sentimiento de inconformismo que explotó cuando mi situación personal se volvió insostenible. Pero eso es otra historia.

He querido hacer esta introducción para que entendáis que este tema no me lo tomo a la ligera. Que llevo mucho tiempo pensando sobre Dios-religión. Posiblemente llevo desde los 17 pensando en escribir este post. Posiblemente por fin, hoy, lo haga. Posiblemente os decepcionará.

¿Existe Dios?

Ante preguntas legítimas (y cuando no lo son) la ausencia de respuestas que amplíen nuestra información ( lo que Kant llamaba "juicios sintéticos") no legitima que convirtamos la pregunta en respuesta. Yo no creo que el argumento fundamental sobre la cuestión de sí Dios existe o no, sea que se trata de una hipótesis innecesaria, o que simplemente introduce un problema más sin respuesta ( ya que ser el creador es más complejo que lo creado) Creo que el argumento es otro. Si nos preguntamos por el origen y la complejidad del universo, del mundo y sus criaturas, y decimos que la respuesta es Dios, la respuesta sólo sirve si sabemos algo acerca de Dios. Sin embargo la esencia y las características de Dios es algo "flatus vocis". Al menos los dioses de muchas religiones están limitados de alguna forma. De Dios, sin embargo, no podemos decir nada. No es que su hipótesis sea innecesaria, es que, por definición,  su existencia es puramente gramatical. Y si no me creen, díganme algo sobre Dios que no pueda aplicar la misma objeción.

Déjenme que me aclare.

Cuando digo que Dios es omnipotente no estoy diciendo nada de Dios. Porque no sé que es omnipotente. Puedo imaginarme a alguien muy muy fuerte y así hasta el infinito. Pero ya está. No puedo saber que es tal cosa. No hay una referencia que podamos utilizar para saber qué significa omnipotente. Es como decir un "círculo cuadrado". No podemos entenderlo en su totalidad. Puedo pasar de una imagen con un círculo a un cuadrado muy rápido, pero no veo/sé lo que es un ""círculo cuadrado". Por tanto, conocer la existencia de un Dios sin atributos humano (como mandar a su hijo a la Tierra, prohibir comer cerdo o sacar a los judios de Egipto, etc) es imposible.

El problema básico es que, aunque Dios quisiera demostrar que existe, no podemos saber que lo ha probado.

Así, Dios es la manera de ver la botella medio llena: cambiar la pregunta por un símbolo, en vez de reconocer que no tenemos respuesta para la pregunta.


jueves, 20 de septiembre de 2012

Mr. Nodoby vs Mr. Quality

Un niño en la estación de un tren. El tren está a punto de partir. ¿Debe subir al tren con su madre o quedarse con su padre? De esa elección dependen muchas vidas posibles.

Ese es el pilar donde gira la trama de una deliciosa película, "Mr. Nodoby". Fotografía, música, guión, dirección. Todo perfectamente tratado con mucha delicadeza y esmero. La película parece estar compuesta por cuadros y fotografías antes las que uno sólo le queda admirar e intentar no perderse ningún detalle. Jaco Van Dormel (el directo) triunfa donde Malick se quedó a medio camino en "El árbol de la vida".

Pero no estoy de todo de acuerdo con el mensaje que manda Jaco con su película. Sin hacer spoliers: el protagonista "vive" hasta 12 vidas diferentes como adolescente y adulto. Todas ellas merecen ser vividas. Da igual que en una seas rico, en otra tengas una familia o conozcas a tu "alma gemela". Todas llevan al mismo sitio (la muerte) y todas son agridulces ergo todas merecen ser vividas y la elección no importa tanto. Sométase al capricho del destino (sus elecciones son escasas) y disfrute del viaje.

Y aquí es donde entra Mr. Quality dándole a Jaco una leche en todos los morros. Claro que importa. Gracias a nuestra amiga la calidad. Sin ella el mundo podría funcionar perfectamente pero dónde estaría la gracia de vivir. No habría ni arte, ni sentimientos, ni libertad. La calidad da sentido a todo. Y ahí es donde Jacob se equivoca. Yo tengo muy claro cual de esas 12 vidas querría vivir. Con sus desgracias también.

Vean la película, disfrútenla, y dejen emocionarse por sus historias. Pero no se crean del todo su mensaje. La calidad existe. Las decisiones que uno toma importa. Y una vez tomadas no hay que tener miedo de saber que se ha hecho mal e intentar solucionarlo. Esa puede ser la clave, ¿no creen?

Trailer de Mr. Nodoby (2010)

lunes, 10 de septiembre de 2012

Beast of Burden.

No me acuerdo en que momento empezó todo a volverse borroso. De repente me costaba respirar, las extremidades se entumecieron, mi pecho se comprimió y la cabeza empezó a dolerme.

Era la primera vez que mi nueva compañera de viaje manifestaba su incómoda presencia. Sabiéndose no bienvenida llamaba mi atención con la pesadez de un niño pequeño. Ignorarla sería mortal. Prestarla el 100% de mi atención me volvería paranoico - más tarde descubriría que paranoico te vuelve tarde o temprano. ¿Qué opciones reales tenía ante la realidad?

Desde que fui diagnosticado hace casi tres años eso sintomas se han ido repitiendo con más o menos intensidad, estando a punto de perder la consciencia un par de veces. Cuando te quieres dar cuenta la vida ha cambiado totalmente. Pequeñas modificaciones capaces de dar un nuevo sentido a todo.

Una morbosa herencia recibida genéticamente que te mata lentamente, llevándose dedos, piernas y la vista antes de dar el golpe de gracia destrozando el riñón.

Sabedor de tener la suerte de vivir en el tiempo y en el lugar correcto para sobrevivir un par de años más. Sabedor de que esa suerte impide quejarte. Normalmente me llevo bien con ella. Aunque hay momentos en los que desease que nunca hubiese venido.


viernes, 31 de agosto de 2012

I love Penny Sue

Saben. Ayer me mori. Sí, en efecto. Un tío loco de esos mató a los que estábamos en la última planta del Empire State. Fijaos, una hora y media haciendo cola para que venga un chiflado y te arruine la tarde.

Mientras las últimas fuerzas me abandonaban recordé esa tarde soleada de primavera. Acababa de venir de pasear por el parque con Penny Sue. En el salón sonaba la melodía de Stardust. Ah, cómo me gustaba Armstrong...ese hombre que iba por la luna tocando la trompeta en bici. Y como me gustaba ella. Penny Sue. ¿No veis lo guapa que está? Con sus ojos negros como el carbón, su pelo corto recogido en una coleta excepto aquel mechón rebelde que caía por su frente. Ah, esos labios carnosos que tanto consuelo ofrecían en las trades tristes. Estaba tumbada en el suelo, ojeando un libro; absorta; radiante como una diosa griega. Y entonces me mira y me ofrece una de sus luminosas sonrisas. Si esos momentos pudiesen durar eternamente...

Que más me daba si ahora iba al infierno o al cielo o a la nada. Ese momento perfecto paso. Y eso es lo que importa.

Y cuando ya iba a dejar ir mi vida con una sensación de satisfacción me asaltaron las dudas. ¿Y si ese momento no existió? ¿Y si es producto de mi imaginación? ¿Y si la imagen la robe de una película o de un libro? ¿Y si, después de todo, sólo nos queda un sueño, un recuerdo de un borroso pasado que hace confundir realidad con ficción? ¿Y si, la vida se nos fue en sueños, ilusiones y fantasias mientras la realidad se abandona dejando crecer las malas hierbas? ¿Valdría esa vida menos que la que vive en el "mundo real"?

domingo, 19 de agosto de 2012

Damon Lindelof, el Estafador.

Llevaba casi una hora escribiendo, borrando y volviendo a escribir una crítica a Lost. Como buen escritor frustado que soy las ideas se agolpan mi cabeza pero mis dedos son bastantes amorfos a la hora de traducirlas en palabras. Que se le va hacer. Así que después de maldecir mi suerte, empecé a buscar críticas con las que estuviese de acuerdo y encontré esta de Cristian Campos de la cual reproduzco un fragmento:

"Sin rodeos: Perdidos es la mayor y más retorcida estafa de la historia de la televisión. 121 capítulos, 6 temporadas y 86 horas de emisión cuyo único mérito consiste en un soberbio uso del suspense. Pero que Damon Lindelof, el principal arquitecto de la tortuosa trama de Perdidos junto con J. J. Abrams, sea un maestro a la hora de idear y diseminar cliffhangers no implica que sea un buen guionista. De hecho, Lindelof es un pésimo guionista. Además del profesional más sobrevalorado de la industria televisiva y cinematográfica actual.

¿Argumentos? Uno, y más que suficiente. Los guiones de Damon Lindelof carecen de coherencia interna. No parece un pecado demasiado grave, ¿cierto? Error. La coherencia interna no es un detalle anecdótico para estudiantes de narrativa: es la piedra de clave de todas las obras de ficción. Sin coherencia interna, cualquier guión, cualquier historia, se viene abajo al más pequeño roce.

Perdidos es un ejemplo de libro de incoherencia interna. Lindelof y Abrams se dedicaron durante seis temporadas a cambiar la lógica de la serie con cada nuevo capítulo. ¿Cuál era su justificación? “Solucionamos viejos enigmas a medida que planteamos otros nuevos”. Lo cierto es que las reglas de los nuevos enigmas contradecían por completo las establecidas para los viejos. Así que los espectadores se pasaron seis años de su vida rellenando los innumerables agujeros del guión de la serie con decenas de teorías de fabricación casera, a cual más delirante.

Eran tantos y tan heterogéneos los palos que se pretendían tocar en Perdidos, tan torrencial la catarata de referencias que se mencionaban y de las que jamás se volvía a saber nada, tan enormes las contradicciones internas de la trama, tan absurdas las acciones de los personajes, que cualquier explicación servía. Perdidos es el camarote de los Hermanos Marx de las series de TV. ¿El corazón de las tinieblas de Conrad? Por supuesto. ¿Alicia en el País de las Maravillas? Por qué no. ¿Física cuántica? Una cucharada. ¿El mago de Oz? Que pase el siguiente. ¿Viajes en el tiempo? A tutiplén. ¿Mikhail Bakunin, David Hume y John Locke? Y dos huevos duros.

Perdidos, en definitiva, basa todo su prestigio en lo que se supone que es y no en lo que es en realidad: un desordenado y muy rococó ejercicio de name-dropping alargado hasta la extenuación. Perdidos triunfó porque entendió a la perfección a su público, una generación de telespectadores educados a partir de referentes literarios y culturales de primer nivel pero sin la capacidad necesaria para entenderlos y analizarlos de forma crítica. Una generación a la que le basta la simple apariencia de profundidad, el primer párrafo de la entrada de la Wikipedia, para darse por saciada. Una generación, en definitiva, a la que resulta fácil, muy fácil, estafar intelectualmente."


Poco más se puede añadir. Los dones de Lindelof y Abrams alumbraron Fringe, Super 8 o Prometheus. (Mencionando serie y películas que he visto.) Todas ellas con los mismos defectos y virtudes. Todas ellas con la sensación de que me están timando y realmente me estoy tragando un truño de proporciones épicas. En definitiva, un Sálvame deluxe para los "nuevos intelectuales".

viernes, 10 de agosto de 2012

LV

Un día leí esto: “De mi vida lo que puedo contar es bueno, por eso la escribo poco."


Hace un año comencé a publicar mi blog pletórico de dudas y dogmas, como una buena religión que aspira a dominar el mundo. Pero cuando las cosas amenazan con ir bien resulta de mala educación contarlo. La cultura del alarde está muy extendida en España, por eso hay tantas televisiones: porque no damos abasto. Tras eliminar el contador de visitas del blog, un amigo me preguntó por qué: ‘Porque empezaban a ser muchas”.


Los lectores no sé cómo van, porque de entre las pocas cosas que he ido abandonando en los últimos tiempos la principal es el control de daños. Pero mi vida empieza a ponerse divertida otra vez.

miércoles, 25 de julio de 2012

Libertad como Norma de Vida


Escribía Luis Serrano el otro día:

"[...] [...] Lo que no sabremos es asumir cada uno la responsabilidad de nuestra viva; los éxitos y las alegrías, los fracasos y errores. Somos tan infantiles que necesitamos de un tercero para proyectar nuestras frustraciones vitales. El gobierno, los sindicatos, los empresarios, los funcionarios, los nacionalistas, los centralistas, la izda, la dcha... El otro, en definitiva. Ya va siendo hora de crecer, de hacernos adultos, de tomar cada individuo las riendas de su destino. De dejar de buscar culpables más allá de nuestra persona.

Acogerse a la libertad como norma de vida significa ser consciente de que uno debe ser el primero en asumir la responsabilidad que conlleven nuestros actos. Significa no tener la cobardía de buscar culpables o redentores ajenos. Significa ejercer el derecho a dirigir tus días y no desear ni exigir que la resolución de las incertidumbres de futuro quede en manos de burócratas.


Pedir al Estado que resuelva tus días en forma de concesiones magnánimas es convertirte en esclavo voluntario. Le entregas lo más preciado de tu vida: tu libertad. Y el Estado se apoderará del resultado de tu esfuerzo y te convertirá en un delincuente si le desobedeces en cualquiera de las directrices que te imponga. Ese es el precio que pagas por no querer preocuparte de tu existencia. Si abandonas tu voluntad para disolverte en la masa gregaria y sometida al Estado, pierdes tu esencia humana.


Saludos.


Libertad y capitalismo"