domingo, 28 de agosto de 2011

Debates de Bar


"So I'll start a revolution from my bed" canta oasis en la emotiva canción de " don't look back in anger", aunque en el caso de ser españoles, dirían "bar" en lugar de " bed" Y es que somos muy dados a ser entrenadores, economistas o políticos con un par de cervezas en el cuerpo. Sin embargo, parecen que ahora nos quieren ultrajar tal derecho.

En pleno siglo XXI, donde la participación ciudadana en la democracia lucha por volver a ser esencial, o simplemente a existir; algo tan importante como la reforma de la constitución va a suceder ante nuestras narices sin que podamos decir esta boca es mía. Algo que va a marca el futuro del país en los próximos 30 años, que no va a entrar en vigor, probablemente, hasta el 2018 ( año en el que se supone que la economía española llegaría a una situación normal que pueda justificar el déficit cero), se va a solucionar en 48 horas. 

En la situación actual hay una cosa clara: hay que hacer reformas, la reforma del modelo territorial del Estado, recuperando el Gobierno central algunas competencias imprescindibles para garantizar la competitivedad y la cohesión de España y la igualdad de todos los españoles, tales como la Educación y Sanidad; o la reforma de la Ley electoral; o la reforma del Tribunal Constitucional para conseguir que sea un órgano independiente y no esté al servicio de los partidos; o el sistema de elección del fiscal general para que esté al servicio del Estado y no del Gobierno de turno; o la supresión de las diputaciones provinciales. Y por supuesto, poner un "techo de gasto" flexible, para que nuestras queridas Comunidades Autónomas dejen de ser el hijo tonto derrochador que nunca quisimos.

La reforma Constitucional es imparable ¿Que es complicado? Claro, por eso hay que abrir el debate de forma natural, sin ningún complejo o perjuicio. La Constitución no es inmutable, los tiempos cambian y por ende también cambian nuestras necesidades, pero merece un respeto; la hicimos entre todos, y entre todos tenemos que cambiarla. No debemos permitir que se haga ni por la puerta de atrás ( como se ha reformado el modelo territorial a través de los estatutos de autonomía de segunda generación) para dar gusto a los nacionalistas y/o asimilados, ni en un despacho con sillones de cuero para protegernos de unos políticos cuyo juicio no nos merece confianza. 

Tomémonos en serio la democracia y pongamos todas las cartas sobre la mesa. A falta de bares buenos son los ordenadores y los blogs. ¿ Hace falta reformar la Carta Magna? ¿ esta medida dará confianza a nuestros acreedores? ¿ se estabilizará el mercado? ¿ hay más medidas posibles? ¿qué más medidas nos impondrá el Banco Central Europeo? ¿ es esto una baja de pantalones y pérdida de soberanía del Gobierno español? ¿ por qué ahora ? ¿ es esto parte de la campaña electoral de Merkel? 

PD: Escrito el 24 de Agosto en la bonita tierra de Málaga y sin internet, por eso de la publicación tardía. El autor no se hace responsable de si el entorno ha cambiado y este artículo carece de sentido. 

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