lunes, 11 de julio de 2011

Mononoke Hime

Hay días de esos, que sin pensarlo, descubres una auténtica obra maestra que se convertirá en tu libro/canción/película de cabecera. De tanto reproducirlo/leerlo lo dejarás en el rincón de objetos olvidados de tu cerebro. Sin embargo, si realmente la obra es buena, si realmente te hace sentir y te apasiona, volverá con fuerzas y ya no podrás olvidarte de ella nunca más.

Yo tuve un día de esos hace poco. Descubrí mi propio tesoro. Descubrí a "Mononoke Hime" de Hayao Miyazaki.
 Si os gusta el anime, habréis oído hablar de él. Es uno de los directores más respetados dentro y fuera del Japón por su particular estilo de hacer películas de anime. Nunca he sido un fan de dicho estilo, ni me atraía. Como mucho veía Dragon Ball. Y no sé si eso es manga o anime o simplemente dibujos animados. Igual por eso esta película me atrapó inesperadamente. Me atrapó de tal manera que estuve poco más de 2 horas viendo una película de anime en japones subtitulado en inglés. Y luego media hora viendo cómo se hizo, en francés subtitulado en español.

Pero vayamos a la película en si. Cuenta la historia del príncipe Ashitaka que es maldecido al defender su pueblo de un demonio y tiene que ir en busca del Espíritu del Bosque para que le cure. En el camino vivirá aventuras, se enamora de una hermosa chica y se ve envuelto en una cruda guerra a tres bandas: el Emperador, la Ciudad de Hierro y la propia Naturaleza. Y esta guerra es el meollo de la película, donde no hay buenos y malos, sino todo es más confuso, no hay una línea clara. Los nobles y bellos seres del bosque son también demonios y los horribles seres humanos que matan por pasión también tienen su lado amable y bueno. Y ahí es donde esta el toque mágico. Una lucha autodestructiva, en la que ambos bandos salen perdiendo y en la que solo hay una sola solución ¿adivinan?

Con una banda sonora magnífica, que te ayuda a transportarte al mágico mundo creado por Miyazaki. Con unos dibujos preciosos, donde destaca con gran fuerza los paisajes, el director se pregunta y nos pregunta, la importancia de la naturaleza, la importancia de vivir en paz con ella y aprender de ella. ¿merece la pena la lucha contra ella?

Resumiendo, millones gastado en Avatar y otras patrañas cuando en 1997 se hizo esta delicia para los ojos y los oídos. Esta critica se queda pequeña comparada con la sencillez y magnitud de "La Princesa Mononoke". Así que os recomiendo gastaros 2 horas de vuestra vida viéndola. No os arrepentiréis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario