viernes, 15 de abril de 2011

Master Of Puppets

 “Nunca en otras etapas de la historia humana, la gente ha estado tan presa del miedo como vivimos ahora. Tenemos miedo de todo. Todo el tiempo. No se puede hacer nada, es un gas paralizante. Miedo a perder el trabajo, miedo a no encontrarlo. Pánico de vivir, pánico de ser, pánico de cambiar, el pánico a los demonios que se inventan para asustarnos”

 Esta reflexión es del escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano. Nada que objetar, tiene razón. Por desgracia la tiene.

 Todos los días nos meten miedo. Todos los días a través de ese miedo, los que están ahí arriba, los que mandan,  pretenden que cedamos para que otros decidan por nosotros y así gobernarnos. Nos presionan para que entreguemos un cheque en blanco con el que demos carta libre a sus actos. Para que cuando pongamos en un balance nuestras libertades y la seguridad consigamos la segunda, eso sí, a cambio de ceder nuestras libertades.

 Mediante los medios de comunicación nos llegan mensajes breves pero amenazantes dirigidos directamente para derribar nuestras defensas racionales. Gripes A, terrorismo, asesinatos, guerras, crisis económicas y catástrofes naturales. El miedo y su utilización.

 A veces, podemos ser críticos, sospechar de que tanto mal no es normal incluso en un mundo como el nuestro. Y cuando uno duda es conspiranoico, se le acusa de chiflado. Resultado: el sistema siempre gana, siempre tiene estrategias.

 Como señaló el filósofo político alemán Leo Strauss, la mentira es el primer arma para asegurarse el control social. Es necesario trasladar al vulgo una vida en la que este presente la guerra o la amenaza de ella. Y para ello la mentira de la amenaza debe ser creíble y afectar al conjunto de la sociedad para crear una cohesión social, un sentimiento de grupo y unidad. George Orwell en su famoso libro "1984" también comentó que la guerra de hoy en día es una impostura pero no deja de ser necesaria pues ayuda a mantener una atmósfera mental imprescindible.

 Enfermedades, crisis económicas, terrorismo, etc. Esto no quiere decir que no existan en absoluto pero se exagera para dominar, para controlar. En una sociedad inmunizada a tanta violencia gracias a las películas, telediarios, series… únicamente la exageración a niveles enormes puede movernos del sofá. Los titulares alarmantes son los que se quedan a fuego, la noticia están llenas de matices pero nadie pregunta. Aunque al final todo se quede en un susto o los sospechosos queden en libertad porque se captura y se retiene sin acusaciones demostradas, el titular ya hecho su trabajo: esta en la mente de la gente. Ésta lo ha interiorizado. El miedo causado es real, es lo que importa.

 En definitiva, se ofrece un mundo donde todo esta mal, se crea una imagen irreal de la realidad. “Los traficantes del miedo”, "los maestros de marionetas" crean falsas percepciones para poder tomar medidas, limitar libertades, iniciar guerras y construir muros.

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. y la pregunta a todo esto es ¿Qué podemos hacer nosotros? ¿se puede hacer algo? No voy a negar lo que dices, pero lo importante no es darse cuenta de que las cosas están mal, sino intentar hacer algo por solucionarlo...
    Es complicado, pero cuanta más gente haya pensando en "qué se puede hacer" mas fácil será arreglar las cosas.

    Ánimo Carlos!! sigue ahí!! dándolo todo! jeje

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  3. NO. Es muy triste, pero la respuesta es un rotundo no. No se puede hacer nada.

    ¿quién va a contradecir a los expertos? Y no tenemos pruebas empíricas hasta que ya es tarde. Por mucho que demostremos que la amenaza ya no es tal. Ya han surgido otras nuevas. Podemos ponerlo en duda, pero entonces somos conspiranoicos. Soviéticos en el pasado, terroristas islámicos ahora, chinos en el futuro y la amenaza espacial cómo última frontera. Eso sin contar con otros miedos como al de la muerte o no encontrar sentido a nuestra vida.

    Por cierto, me encantó tu último post. Ya te pondré un comentario ;)
    un abrazo!

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