lunes, 3 de octubre de 2011

En Busca del Leviathan Perfecto

Los grandes cambios siempre se han producido en tiempos de crisi y por medio de revoluciones, en muchos casos sangrientas y con un alto coste humano y económico. El pueblo quiere mejorar ( siempre que pueda comparase con otros pueblos) y aspira a tener el poder e independencia. Pero lo que realmente pasa es un traspaso de éste: Monarquía-Iglesia-Burguesía-Parlamento. En las revoluciones socialistas-marxistas el pueblo toma el poder y su libertad para entregarla al Estado. "Puzzling"

No hay ninguna duda que estamos atravesando una profunda crisis económica e institucional. Posiblemente, incluso peor que la de los años 30 ( en términos administrativos-políticos). Pero ¿ hay alguna revolución en marcha? ¿ hay síntomas de algún cambio?

La debilidad de los políticos actuales, empezando por Obama, es asombrosa. Y a pesar de la "furia" del pueblo, como se manifiesta en los "indignados" españoles o los que protestan en Wall Street, no se ve ningún cambio concreto excepto en los países árabes...y el camino de estos países es largo, oscuro y con grandes probabilidades de fracaso.

A nivel personal, las cuestiones de Estado tienen un grandísimo impacto en la vida de la gente. La calidad del Estado en el que vives será más determinante en tu bienestar personal que los recursos naturales, la cultura o la religión. En las encuestas que miden la felicidad de la gente, un gobierno decente es tan importante como la salud, la educación o los salarios ( todos ellos dependen de la acción del Gobierno)

Un negocio familiar o una multinacional...la actuación del gobierno es determinante. Recibir una educación que permita crear futuros profesionales capaces de competir al máximo nivel, con la libertad, el respeto y la democracia como principios fundamentales. Una buena sanidad, una calidad de científicos en todos los ámbitos que ayuden hacer mejor nuestras vidas, unas infraestructuras de calidad, unas Fuerzas del Estado capaz de defendernos de ataques exteriores o interiores. Todo eso es básico y necesario. Pero ya está, porque si alimentamos demasiado al Leviathan se convertirá en un monstruo que devorará las propias personas que lo componen. Bien lo sabían los griegos con sus polis, bien lo sabían las miles de personas que han sufrido ( y siguen sufriendo) el comunismo en todas sus facetas.

¿ Son nuestro Estados fuertes? ¿ son el Leviathan perfecto? ¿se dan las circunstancias para una revolución?  Entonces luchemos, luchemos por una sociedad justa, libre, democrática, liberal en el plano económico y fuerte. Nosotros somos los culpables de lo que pasa. Nosotros tenemos la responsabilidad, el derecho, la oportunidad de intentar arreglar lo que no nos gusta, de asumir nuestra responsabilidad y decir basta. Luchemos para que la futura sociedad no sea como nosotros. Ellos se lo merecen, ¿no?

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