Y Zapatero abandonó Irak
Nada más llegar a la Presidencia después de unas elecciones marcadas por los atentados del 11-m y una jornada de reflexión inaudita, tiempo le faltó a Zapatero para anunciar la retirada de las tropas españolas en Irak. Cumpliendo con ello una promesa electoral a coste de crear un problema diplomático y de credibilidad con los americanos que marcaría la política exterior zapatista. Al hacerlo introdujo además uno de los elementos de falsedad que tan a menudo habría de salpicar toda su desgraciada gestión: que la presencia en Irak no tenía cobertura legal, cuando lo cierto era que aquellas tropas ya estaban bajo el mando del Consejo de Seguridad de la ONU.
Las tropas españolas no habían participado en la "invasión" cuya ilegalidad tanto preocupaba a los socialistas españoles. Intentó el Gobierno cubrir la papeleta frente a los irritados americanos con la promesa de que, en Afganistán, España si cumpliría sus compromisos, con el recurso elemental de que Irak era la "mala guerra", la guerra de Bush, cuando Afganistán era la "buena guerra", "la bendita ayuda humanitaria", aunque también la había empezado Bush Junior. Lo que contaba es que Zapatero tenía su programa de ayuda humanitaria, no su guerra. Y que ni tanto Bono como Chacón ( la super- pacifista), ambos Ministros de Defensa durante las dos legislaciones socialistas, pusieron el menor interés en desfacer los correspondientes entuertos y menos en explicar una presencia que iba en contra de sus ideales "progres".
¿Y España? con sus aliados, con los EEUU, contra el terrorismo, contra la barbarie, y ahora que los demóscopos nos anuncian cambios en La Moncloa, con todas las explicaciones que sea necesarias para justificar nuestro sacrificio.
Afganistán se convirtió en intocable para los socialistas para presumir ante la Casa Blanca y para que Condoleeza Rice no les cerrase la puerta en sus narices. Poco le había faltado al educado de Colin Powell para mandar a Moratinos a cagar a la vía. Impagable tragicomedia de unos aficionados pacifistas que por temor a ser reñidos no debaten sobre Afganistán lo que en Irak les llevó a movilizar las masas. Unos pacifistas que están en dos guerras ( sí, Libia y Afganistán son guerras) y tiene presencia de tropas en otros seis países. A saber: Uganda, Somalia, RD Congo, Kósovo, Bosnia Y Herzegovina, y Libano
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