jueves, 21 de junio de 2012

Ser, Haber, Existir.

La belleza del mar de nubes de color anaranjado por los últimos rayos de sol del días no puede dejar indiferente a nadie. La calma y la paz que infunde en los corazones de los espectadores es, o debe ser, objeto de estudio de la ciencia. Nos hace creer que somos inmortales, que el propio creador del universo nos susurra los placeres de la eternidad al oído. Todo tiene sentido. No hay por qué preocuparse. Alcanzar otro estadio de perfeccionamiento moral y humano es posible. Y esta ahí, en esas nubes con maquillaje naranja, en ese cielo azul con tintes rosados, propio de otros planetas, y, quién sabe, de otros universos.

¿Qué papel puede cumplir el ser humano ante este espectáculo de la naturaleza? ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Qué somos? ¿Somos productos del azar, de un dios o de la Historia?

Podríamos decir, y ésta es mi experiencia, que durante toda la vida intentamos averiguar lo que somos, pero nunca lo conseguimos. Buscamos quimeras que no colman jamás nuestros deseos, y de repente, descubrimos que la felicidad se encuentra en contemplar el cielo desde un avión. 

El acto de existir es puramente aleatorio y contingente pues venimos al mundo por un cúmulo de factores puramente casuales. El hombre es , hasta cierto punto, el producto de una elección. Estudio políticas porque he querido y he podido. Pero la pregunta más difícil de responder es qué soy, ya que podía haber estudiado otra carrera y haber tenido otra personalidad. Ello es perfectamente posible, pero hasta cierto grado, inimaginable. Todos los lectores de este blog podrían haber tenido un pasado totalmente distinto y estar en otro lugar del que ahora están. Ahora bien, ¿son ideas virtuales? ¿son posibilidades jamás materializadas? ¿o existen en otro lugar, en otro tiempo?

Pero si somos y hemos podido ser otra cosa, eso significa que no somos lo que somos, o dicho de otra forma, que lo que somos no forma parte de nuestra esencia porque podríamos haber sido otra cosa. Es decir, si nos quitamos esas capas externas que se superponen encima de nuestro yo para descubrir nuestra esencia; si logramos quitarnos esas mil máscaras que nos ocultan; si aparatamos las categorías sociales por las que nos definimos y nos etiquetamos ... ¿Qué queda?



4 comentarios:

  1. Waaooo... qué metafísico te has puesto. jeje
    ¿qué somos? buena pregunta, pero la misma pregunta nos reduce a mucho menos de lo que somos en realidad, la pregunta realmente acertada sería ¿quienes somos? además creo que es más fácil de responder, o por lo menos es más fácil de empezar a responder. Sin embargo se llega mucho más lejos cuando te preguntas por un "quién" que por un "qué".

    Comparto completamente contigo la opinión sobre las nubes teñidas de rosa y naranja... es una visión magnífica.

    ResponderEliminar
  2. Tengo mis momentos xD

    Pero yo creo que si preguntamos "quién" en lugar de "qué" caemos en las categorias sociales aleatorias que tenemos. Es decir, soy español, hijo, hermano y estudiante. Pero si me pregunto "qué" soy...¿un conjunto de átomos puesto al alzar, producto de la Historia, producto hecho a imagen y semejanza de Dios, una especie suficientemente evolucionada para tener conciencia, un sueño de alguien...?

    Por cierto, avisa cuando vengas a Madrid, yo ya estoy, y a ver si nos vemos :)
    un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jeje, te iba a decir lo mismo, yo también estoy ya, esta semana estoy a tope con un intensivo de conducir y la que viene estaré por Navarra, vuelvo el lunes 16 a Madrid ¿estarás todavía por aquí?

      Eliminar
  3. Sí, ya me quedo en España este año, así que estaré todo el verano, el 17 voy a Madrid :)
    Suerte con el carnet..¡y "cuidao" con las rotondas!

    ResponderEliminar