jueves, 29 de septiembre de 2011

¿Por qué?

Una densa niebla cubre absolutamente todo. El viento ensordecedor hace que la lluvia, que cae a lo bestia, golpee tu cuerpo como si fueran pequeñas balas. A penas podía ver más de 50 metros a la redonda.  A la derecha unos acantilados de más de 1000 metros de altura, a la izquierda más de lo mismo, atrás un camino andado con muchas dificultades y hacia delante la cima más alta de Reino Unido.

De repente mi amigo se echa a reír descaradamente. " ¿qué narices hacemos aquí pudiendo estar en casa calentitos y viendo la tele con una buena taza de té?" No hay respuesta.

No la hay pero interiormente me siento completamente vivo y feliz. Acampar durante tres noches, hacer un viaje de 8 horas en coche atravesando Inglaterra y Escocia, pasar frío y estar empapado las 24 horas del día, todo cubierto de barro. Que una ducha caliente y unas salchichas hechas medio decentemente sea lo mejor del día....todo eso, ¿por qué? ¿para qué?

Pues no lo sé. Podría decir que para escalar la montaña más alta de R.U., el Ben Nevis. Pero, ¿para qué escalarla? Hay veces que uno hace cosas sin razonamiento alguno. No por sacar beneficio ni por ayudar a los demás, ni incluso para joder al otro.

Imagino que la única respuesta posible sería por satisfacción personal. Por demostrar que soy capaz de hacer, y lo que puedo hacer siendo diabético. Vivir, disfrutar de la naturaleza, de poder hacer cosas que en unos años no podré.

No creo recordar un momento de mayor orgullo propio y felicidad que llegar a la cima. No disfrute de las vistas pero disfrute del logro cosechado aún con más dificultades que en un día soleado.

Son muchas las lecciones aprendidas en esta maravillosa experiencia pero tampoco quiero ser pesado y, para ser honestos, mis pensamientos se confunden y no creo que pueda escribir algo con sentido.

Ya hablaremos después de una larga y caliente ducha, un buen chocolate caliente y un descanso más que merecido
En la cima de Ben Nevis

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